jueves, 30 de abril de 2009

El individuo perece solo

Lo que la mayoría de la gente entiende por "libertad" consiste básicamente en que no haya restricción para la compra-venta de mercancías y no se enteren de nada demasiado desagradable a través de los medios comunicacionales. Les basta estar por ahí muy pagados de sí mismos, enchufados a sus iPods y Blackberries sintiéndose seres muy "cool".

Individuos que pasan por ser inteligentes, cuyas conciencias se consideran "solidarias" y "progresistas" porque asisten a conciertos de luminarias del rock "contra el hambre", se suscriben al grupo "contra la matanza de focas" en Facebook y escuchan canciones "de contenido social" siempre que provengan de algún cantor famoso, claro.

Enteradísimos sobre todo lo nuevo, desprecian "lo viejo" que para ellos es todo lo que suene a socialismo verdadero, el libre mercado es su ideal, la desaparición del Estado su utopía. No les importa lo que las mayorías pobres padezcan, lo importantes son los individuos como ellos que son la verdadera inteligencia de la especie. Son los amos de la jungla que ellos mismos han contrubuído a sembrar.

En el fondo son unos nihilistas. Pasan por la vida sabiendo que su accionar cotidiano en el fondo no aporta nada a la evolución del Ser Humano como especie, mueren sin que nunca les haya importado.

Perecen solos, porque únicamente los individuos que se integran a los más altos valores de la especie humana y humildemente contribuyen a su evolución son los que sienten que no han vivido en vano.

El resto es egoísmo y estúpida vanidad.

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